A partir de los tres o cuatro años de edad, los niños ya pueden y deben opinar sobre la decoración de su habitación, algunos niños manifiestan interés por algún color en concreto e incluso por algún personaje favorito y es bueno escucharles.
Como precisamente son ellos los que van a dormir, jugar, descansar y a utilizar esa habitación, si el niño no la siente suya, puede que prefiera ir a dormir a la habitación de sus padres, pero si se le da gusto se favorece esa primera sensación de poder, es posible que la cuide con cariño, recogiendo sus juguetes, haciendo la cama y ordenando.
Estos son algunos elementos que resultan muy útiles para mantener todo en orden, fomentan la creatividad y responsabilidad en los niños:
– Murales: Forrando o pintando una tabla se podrán colgar allí todas las pinturas, dibujos y trabajos que realice el niño, así como fotos y otros recuerdos. Pide a tu familia que también colabore con el mural.
– Mobiliario: Los muebles deben estar acorde con el tamaño del niño.
– Cajones o baúles: Cuanto más años tengan los niños, más cosas tendrá en su habitación, por eso la organización es primordial, tener diferentes cajones o espacios para distintos objetos facilitará el orden.